martes, 2 de agosto de 2011

Ecuador: la mitad del mundo toma impulso


Imagen: Wilson Morales
Los indígenas del actual Ecuador establecieron Catequilla como la mitad del mundo. En el siglo XVIII, un grupo de científicos franceses lo situaron a unos metros de allí. Numerosos estudios científicos han confirmado y desmentido esta situación y la identidad local se debate entre situar la latitud 0-0'-0", sobre la línea ecuatorial, en el mismo lugar indicado por los franceses o a tan sólo unos metros, donde lo ha confirmado un GPS en la décado de los 60 del siglo XX. En el lugar fijado por los galos se encuentra la grandiosa pirámide cuadrangular del Monumento Equinoccial. A unos 260 metros, un museo en el que se hacen experimentos prácticos habla del mismo fenómeno del cruce de los dos meridianos.

El país recibe, por su nombre, y por los reiterados experimentos geográficos, el apelativo de ser la mitad del mundo. Durante años, tras la ocupación española y posterior independencia, su nombre también se ha asimilado al de pobreza. Sin embargo, la tasa de pobreza extrema disminuyó significativamente entre 1999 y el 2010.

¿Dónde está?
Ecuador es una República situada en la parte noroeste de América del Sur. Está ubicado sobre la línea ecuatorial terrestre, de forma que su territorio se encuentra en ambos hemisferios. Ecuador limita al norte con Colombia, al sur y al este con Perú y al oeste con el océano Pacífico.
Tiene una extensión de 256.370 kilómetro y tiene de norte a sur una sección volcánica de la cordillera de los Andes, con 70 volcanes. Al oeste de los Andes están el Golfo de Guayaquil y una llanura boscosa; y al este, la Amazonia. Es el país con la más alta concentración de ríos por kilómetro cuadrado en el mundo.

Imagen: Wilson Morales

¿Quién lo habita?
Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) revelan que en noviembre de 2010 tenía una población de 14.306.876 habitantes. Aproximadamente el 75% de la población reside en los centros urbanos, mientras el resto se desenvuelve en el medio rural.

¿Su desarrollo humano?
La economía de Ecuador es la octava más grande de América Latina y en 2009 alcanzó una mejora en su Índice de Desarrollo Humano (IDH), que se ubica en 0.806, y se sitúa en el puesto 80 dentro de los 182 países recogidos en el ránking del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En cuanto al Índice de Pobreza Humana, de entre los 135 países en vías de desarrollo, se sitúa en el puesto 38, con un valor del 7,9 por ciento entre su población.
En 1998, el 10 % de la población más rica tenía el 42,5 % de la renta, mientras que el 10 % de la población más pobre solamente contaba con el 0,6 % de la renta. Durante el mismo año, el 7,6 % del gasto en salud pública fue a parar al 20 % de la población pobre, mientras que el 20 % de la población rica recibió el 38,1 % de este mismo gasto.
La tasa de pobreza extrema disminuyó significativamente entre 1999 y el 2010. En 2001 se estimó en un 40 % de la población, mientras que para 2010 la cifra bajó a un 16,5 % del total de la población.
Las tasas de pobreza son más elevadas para las poblaciones indígenas, afro-descendientes y rurales, alcanzando al 44 % de la población nativa.

viernes, 29 de julio de 2011

Jililí, el centro en el que se complementan la educación formal y la vida en el campo



Texto: Natalia Puga
Video: Wilson Morales

Ayabaca (Perú).-  "En el entorno de las escuelas del sector rural, se dan relaciones que vinculan los modos de vida de la población, en sus ambientes social y productivo, con las demandas y necesidades de la educación formal que aquellas ofrecen". Con este planteamiento se puso en marcha en trece instituciones educativas de Ayabaca la PMER (Propuesta Metodológica Educativa para la Escuelas Rurales). Con el programa ya avanzado, se ha podido constatar que "permite fortalecer capacidades". 

El profesor Medardo Liviapoma ha sido el impulsor en el sector de Jililí y define la PMER como "una propuesta muy interesante porque se trabaja a través de técnicas especiales facilitadas por los talleres de Escaes y Ayuda en Acción" y apuesta por un nuevo concepto de enseñanza en el que "los profesores tienen que trabajar mucho en el aula y dejar poco para que los padres trabajen en casa porque muchas veces no tienen tiempo". 

"Se está mejorando el aprendizaje de los alumnos, la participación de la comunidad organizada", señala, y atribuye el mérito a que "hay un empoderamiento de los docentes a través de capacitaciones e intentamos que se implique toda la comunidad". Es el ejemplo de que se han dado pasos hacia el objetivo perseguido: "mejorar los servicios de educación en términos de su calidad, cobertura y gestión institucional en poblaciones rurales que se encuentran en condiciones de marginación y vulnerabilidad".

Desde su despacho, ubicado a escasos metros de la institución educativa de Jililí, el profesor Liviapoma, relata los beneficios aportados a los niños que tienen oportunidad de asistir a estas instituciones, pues son pequeños campesinos que habitualmente contribuyen a la economía familiar colaborando en las tareas del campo y deben conjugar esta actividad laboral con su asistencia a las aulas. 

Las estrategias y métodos innovadores para la educación rural propuestos por la PMER son fruto de una necesidad impuesta por el propio medio, en el cual las rutinas y exigencias de la vida en el campo se relacionan extrechamente con las de la educación formal. Ser niño en una zona rural no permite las mismas oportunidades que serlo en territorio urbano, pero los derechos de uno y otro infante deben ser los mismos. Esta propuesta aúna derechos de la infancia, necesidades de una buena educación para el desarrollo y adaptación a la vida en el campo.

jueves, 28 de julio de 2011

El riego como seguro de la soberanía alimentaria

Presa de Puente Quiroz, en Suyo.
Imagen: Wilson Morales
Natalia Puga, Ayabaca (Perú).- El acceso al agua para riego y el refuerzo que esta medida supone para potenciar la productividad agropecuaria es un factor clave para garantizar la soberanía y seguridad alimentaria en poblaciones como Gramalote, en el distrito de Sicchez, o Puente Quiroz, en Suyo. Para los pobladores de ambas localidades, la sequía que padecen durante buena parte del año y la falta de una buena organización de la producción limitan en ocasiones su acceso a una alimentación equilibrada y, al mismo tiempo, a las posibilidades de comercialización.

Para solventar estas deficiencias, Escaes-Perú y Ayuda en Acción, "acorde con la participación activa de las familias beneficiarias" implementaron dos sistemas de riego en ambas localidades. En ambos casos, según explican los ingenieros, la puesta en funcionamiento de los sistemas de riego tuvo que llevar aparejada la construcción de presas para la recogida de agua de lluvia y de los manantiales naturales de la zona.

Estas infraestructuras permiten, desde su construcción, que los agricultores de la zona tengan asegurada la dotación de agua necesaria para la producción de, al menos, dos cosechas al año, al tiempo que asegura la diversificación de los productos, sobre todo, del cultivo de hortalizas. Esta última aportación contribuye, al mismo tiempo, a un logro fundamental para mejorar la seguridad alimentaria: favorece el consumo balanceado de alimentos que mejoran la calidad de vida de adultos y niños. "Podemos precisar que los hogares beneficiados han mejorado significativamente la calidad de su alimentación", recoge una auditoría externa del proyecto. 

Palermo Saavedra es preside una asociación con 48 productores que explota sus parcelas gracias al agua aportada por la presa del sector de Gramalote y explica que gracias a esta infraestructura con capacidad para almacenar 560 metros cúbicos de agua "podemos regar 45 hectáreas" en las que han puesto en marcha un sistema de producción para su "explotación integral". Siembran desde maní y distintos tipos de frijol a caña de azucar o café ecológico, emplean en todos los procesos abonos naturales y ecológicos y, por primera vez, "podemos regar nuestros terrenos en verano".

Parcela regada gracias al agua de la presa de Gramalote.
Imagen: Wilson Morales
"Tenemos un buen número de aumento de la producción y garantizamos la ocupación para las nuevas generaciones, que antes ansiaban irse para la ciudad para buscar trabajo. Pasamos de sembrar para el consumo familiar y ahora también vendemos en mercados de la región", explica Palermo Saavedra, que considera que con este tipo de proyectos se están "recuperando la economía de la vía ecuatoriana".

Otro logro de esta presa y este riego tecnificado ha sido la unión de los productores. Ahora trabajan de forma coordinada y cooperan unos con otros. Por ejemplo, organizan turnos de riego de siete u ocho productores y hacen turnos para limpiar la maleza que deja tiempo libre a los demás para el resto de sus actividades productivas. Asimismo, han logrado ver vida en una zona en la que "solo había un año de lluvia cada siete u ocho años" y si no se hubiese puesto en marcha este proyecto "todo se vería como bosque seco".

Una zona 'verde por primera vez'
Los logros de Gramalote son visibles, pero más lo son los alcanzados al extrapolar este mismo proyecto al sector de Puente Quiroz. La presa de 1.283 metros cúbicos de capacidad construida en la zona ha permitido cultivar, por primera vez desde que recuerdan los mayores del lugar "una tierra virgen". En un año "completamente seco" como el que acaban de pasar, a todos les habría parecido imposible "cultivar esta tierra en la que se ve el color verde por primera vez".

En un lugar que todos sus vecinos definen como "tierra virgen" cuentan en julio de 2011 con 28 de las 60 hectáreas de terreno que poseen preparadas para la producción y la Asociación Agropecuaria El Almedo- Asapoa ha empezado a dar actividad a las 20 familias de los socios que, hasta ahora, veían dificultada la actividad agrícola al vivir rodeadas de bosque seco.

Primera plantación de la historia de Puente Quiroz.
Imagen:Wilson Morales

Efrain Sánchez Rosales es el presidente de la asociación y explica explica que su comunidad "estaba antes olvidada por el estado y todas las iniciativas que se hacían para explotarla eran de fuera, que cultivaban aquí y se llevaban los beneficios a otros lugares" y que los vecinos debían "desplazarse a otras zonas cercanas o incluso a Ecuador en época de cultivo para trabajar y mantener a sus familias".

"La rentabilidad que vamos a tener es el futuro de nuestros niños", señala el vicepresidente, Grober Avendaño, que se plantea "primero conseguir productos para alimentar a nuestras familias y luego empezar a exportar" y destaca que "todo el proyecto ha sido innovador, pues no sólo se pudo construir la presa e instalar el riego, sino que hemos recibido capacitación para cultivar y hacerlo de una forma ecológica".

Don Segundo Maza es uno de los socios de esta entidad y también el guardián de uno de los recursos más preciados que tiene, al margen de su presa: un vivero.42 días después de su puesta en marcha ya augura buenos resultados para las 2.800 plantas de palta y 2.500 de cacao que han plantado en una parcela próxima a su casa (de ahí que se haya encargado de su cuidado).

Las hasta ahora plantas incipientes se trasladarán en enero, con las lluvias, a la parcela que han empezado a cultivar, pues se han planteado que este recinto sea "un vivero funcional con materiales de la zona que nos permita injertar y seguir explotando lo nuestro".

Vivero de palta y cacao que asegurará la explotación agraria de Puente Quiroz.
Imagen: Wilson Morales

martes, 26 de julio de 2011

Tejiendo el empoderamiento de la mujer

Jovita Xhuguiguanca tejiendo.
Imagen: Wilson Morales
Natalia Puga, Ayabaca (Perú).- El empoderamiento de las mujeres "constituye el medio y el fin para que fortalezcan sus capacidades organizativas, técnicas y políticas necesarias para ser las protagonistas de su propio desarrollo". Esta es una de las máximas del trabajo que realiza en todo Perú la ONG Ayuda en Acción y en Ayabaca tiene su máximo exponente en las integrantes de la Asociación de Mujeres Unidas de la Comunidad de Chonta (Asmucho), en el distrito de Montero. 

La señora Jovita Xhuguiguanca es, a sus 66 años, la mayor de la asociación y comparte sus conocimientos con sus compañeras de esta entidad que engloba a 14 mujeres tejedoras. Les explica cómo su madre le enseñó a tejer a muy corta edad, pero también aprende: a realizar esta actividad que entre las mujeres de su familia ha pasado de generación en generación de un modo más tecnificado. 

Carmen Hipólita Laura es más joven, pero ha asumido el rol de representante de Asmucho. Bajo su presidencia, sus compañeras han recibido formación de las ONG Ayuda en Acción y Escaes-Perú para "utilizar máquinas que nos hacen el trabajo más fácil" y para aprender otras modalidades de tejido como el bordado. También han asumido que para mejorar sus condiciones deben diversificar su mercado y que los telares que tejen no sean exclusivamente para autoconsumo, sino que salgan al exterior. 

Esta mujer que lleva tejiendo desde los 12 años señala que gracias a la maquinaria que les permite dar "un acabado más perfecto" a sus productos, ya se han posicionado como un referente entre las tejedoras de la zona e incluso han participado en ferias y han compartido sus conocimientos con las estudiantes de una escuela de alta costura de Lima

Las tejedoras de Chonta combinan tradición y modernidad
Imagen: Wilson Morales
La asociación se creó al coincidir un grupo de mujeres tejedoras en un Círculo de Cultura para aprender a leer y a escribir. Ahí se dieron cuenta de que debían "dejar la timidez", pues se sentían "cohibidas por falta de formación". Asimilaron que si se formaban y se organizaban podrían "labrarse un futuro, cambiar nuestro destino" y, al mismo tiempo, "sentirnos más contentas con nosotras mismas. Antes tejíamos para nosotras y no estábamos organizadas".

Desde entonces, han puesto en valor un arte que antes se quedaba de puertas para adentro, cuentan con una tienda en la que venden sus propios productos y perfeccionan las técnicas que todas ellas aprendieron de pequeñas. En sus tejidos sólo utilizan materiales naturales, típicos de la zona, desde la lana a los tintes con los que dan color a sus piezas.

Su actividad no le permite todavía vivir en exclusiva de ello, pero sí les ha permitido potenciar otras habilidades manuales que las convierten en el personal más demandado para, por ejemplo, realizar tareas de recogida de café. A principios de julio de 2011 dejaron la asociación por unos días para ayudar a sus maridos y familiares en esta tarea agrícola, pero en cuanto tuvieron oportunidad ya regresaron a sus carteras, bolsos, alfombras, mantas y otras artesanías, una actividad que les hace sentirse vivas como mujeres y valiosas como personas frente a una situación previa en la que "vivíamos a merced de nuestros padres o esposos".

lunes, 25 de julio de 2011

La 'Sicchenita' o cómo poner en valor lo propio

Uno de los socios de la planta agroindustrial de Sicchez revisa el proceso de granulado.
Imagen: Wilson Morales

Natalia Puga, Ayabaca (Perú) .- Un cartel de grandes dimensiones con el mensaje 'Combatiendo la pobreza con proyectos poductivos' comparte con todos los vecinos de la población de Sicchez el espíritu de la planta agroindustrial procesadora de panela granulada que la Asociación de Pequeños Productores Agropecuarios explota desde agosto de 2010.

De esta planta pueden salir entre junio y diciembre (de enero a mayo no funciona por las fuertes lluvias de Ayabaca), una media de 400 quintales mensuales de panela o, lo que es lo mismo, de 20 a 25 toneladas de un producto al que han llamado 'Siccheña' en honor a la población en la que se procesa, pero que entre sus productores se conoce cariñosamente como 'Sicchenita'. Quieren rendirle un merecido homenaje por los beneficios que ha traído a la comunidad.

El ex presidente de la asociación de productores, Indalecio Yanayaco, explica que desde que lograron poner en marcha la fábrica con la financiación de Escaes-Perú, el gobierno regional de Ayabaca, las municipalidades de Sicchez y Ayabaca y Ayuda en Acción "mis ingresos aumentaron un 80%" y "por mi parte ha servido para dar estudios superiores a una hija y hemos comprado una televisión para el hogar".

El presidente actual, Nelson Villalta también ha tenido la oportunidad de que sus hijos accediesen a la Universidad, un logro impensable antes de la creación de la planta y que cumple una de sus expectativas vitales: "Ya que no tuve estudios, mi idea siempre ha sido que mis hijos pudiesen estudiar".

Planta procesadora de panela.
Imagen: Wilson Morales.
Nelson Villalta va más allá y explica el impacto que ha tenido el inicio de esta actividad en toda la comunidad. No sólo ha mejorado los acceso de las 27 familias de los socios, sino también el de 50 familias más a las que permiten utilizar las instalaciones cuando ellos no las precisan y, en general, el de toda la población de Sicchez, pues han conseguido frenar el proceso migratorio que motivó que entre 2008 y 2011 los habitantes pasasen de 3.500 a 2.200.

Con esta nueva planta también han conseguido poner en valor la panela frente al imaginario colectivo que la asociaba al sabor de la canchaca antigua de la que "se decía que no era tan limpia, no tenía tanto endulzado ni tanta calidad" y que se despreciaba para el consumo en el pueblo. "Lo que nosotros queremos es que nuestros vecinos la consuman porque si no cómo lo vamos a exportar", explican. 

La puesta en marcha de la planta requirió que los socios tuviesen formación especializada para la elaboración de la panela, aportada por los técnicos de Escaes-Perú, y ya se encuentran en una nueva fase, la del inicio de la exportación. Para ello, están esperando por la certificación que acredite que tanto el cultivo como el procesado son ecológicos y no emplean abonos ni productos artificiales. Han aprendido que para poner en valor sus recursos propios tienen que darle un valor añadido y que producir una panela ecológica puede ser la mejor solución. 

viernes, 22 de julio de 2011

La autoestima femenina planta cara al machismo



Natalia Puga, Ayabaca (Perú).- Las mujeres de Ayabaca están "conociendo el derecho de la mujer, el derecho a tener nuestra autoestima". María Eulalia Beliz Cumbia es uno de los máximos exponentes de este cambio de mentalidad que empieza a percibirse tanto entre la población femenina como en la masculina de este distrito. En su caso, "en nuestro hogar lo hacemos todo de mano a mano, las tareas del campo, la casa, el cuidado de los niños y tomar decisiones".

El camino hasta lograr esta nueva situación no ha sido fácil y son muchas sus vecinas que aún "reciben golpes de sus esposos por querer aprender a leer y a escribir", pero María Eulalia lo ha logrado a los 48 años. Atrás queda la transición que empezó cuando tenía 25 y ya llevaba diez casada, un día en que pidió a su marido, Filiberto Riverto, que le dejase acudir a una charla formativa de Escaes-Perú.

Desde entonces, ha participado en numerosas capacitaciones de esta ONG, tanto organizadas de forma autonónoma como en colaboración con Ayuda en Acción y se ha convertido en una experta partera a la que recurren muchas mujeres que no son capaces de tener a sus hijos solas, como es práctica habitual en la región: "desde 1989 he salvado varias vidas, tanto de madres como de hijos".

En este proceso contra el machismo ha jugado un papel importante el Círculo de Cultura de Ambasal, un punto de encuentro en el que todos los fines de semana se reúnen las mujeres del pueblo y reciben formación para combatir el analfabetismo o conocer la historia de su región y conservar su identidad cultural. El modelo se ha exportado a varias localidades de Ayabaca y ha logrado grandes éxitos como el de Rocendo Cumbia que con 74 años acaba de aprender a escribir.

Mujeres del Círculo de Cultura de Ambasal.
Imagen: Wilson Morales
En casa "como una cenicienta"
"Yo quise estudiar, pero nuestros padres antes no nos mandaban a la escuela. Tenía buena memoria, pero mi padre me dijo: 'vaya a limpiar, ¿para qué quiere ser profesora o ingeniera?' Ahora estoy aprendiendo a leer y a escribir. Ya puedo firmar porque con los tres meses que fui a la escuela de pequeña leía los periódicos y algo entendía, pero no podía escribir".

Este es el drama que Rocendo Cumbia, la mayor del Círculo de Cultura de Ambassal, pero muchas compañeros comparten experiencias similares. "Antes, cuando te casabas, te metías en la casa como un cenicienta. Y si te peinabas y maquillabas ya te decían si ibas a ver al mozo", relata con una sonrisa pilla una de las anfitrionas.

"Mi esposo ya se ha dado cuenta de que estaba equivocado, pero muchos aún no ven que pueda ser útil venir al Círculo. Algunos pegan a sus mujeres porque no quieren que vengan al estudio", añade Lisbe Tronco, del Círculo de Mujeres de La Loma de Los Patiños, creado en 2010. Rusmila Vicente, de 64 años, se encuentra el machismo en otro punto inesperado, sus propios hijos: "no les sgusta que venga".

"Algún día llegaremos a ser alcaldesas"
"Algún día llegaremos a ser alcaldesas", suelta una voz que no llega a identificarse entre las 20 mujeres de Ambasal que explican los beneficios que han obtenido en este Círculos. "Las clases de autoestima son fundamentales", pero no se olvidan de que sus vidas también han mejorada gracias a proyectos como la implementación de Viviendas Saludables en todo el valle.

Gracias a este programa que Ayuda en Acción también ha puesto en marcha en otras zonas de Perú, las familias dejan atrás los hogares de un solo habitáculo, sin ventilación, con cocinas de piedras que propagaban los problemas respiratorios entre la población y con escasas condiciones higiénicas. El proyecto les facilita los medios para instalar nuevas cocinas libre de humos de leñas y letrinas y facilita formación a toda la familia en salud preventiva y en los beneficios de contar con una casa distribuida de tal forma que la pareja y los hijos tengan cuartos separados y los corrales se ubiquen en el exterior.

En Ayabaca, esos corrales mantienen fuera del hogar a animales menores, reduciendo, de esta forma, el riesgo de que le contagien enfermedades, y se ha dotado a las familias que se han acogido a este programa una camada de cuyes. Junto con la asesoría para mantener un huerto saludable con productos orgánicos y las clases de nutrición para mejorar la dieta de la familia, se ha logrado que "ahora tengamos unas mejores condiciones de vida". Así lo relata en este video María Eulalia Beliz.

jueves, 21 de julio de 2011

De una economía de subsistencia a la producción ecológica en la frontera entre Perú y Ecuador

Imagen: Wilson Morales

La municipalidad de Ayabaca define la situación actual de la provincia como "centro de producción ecológica, y turística, competitiva en el mercado interno y externo; con organizaciones de base e instituciones locales sólidas y con capacidad de gestión”. El análisis optimista contrasta con la visión de pobreza que se puede palpar en la mayoría de las poblaciones que la conforman, pero es una declaración de intenciones de cuál quieren que sea su futuro.

"Al año 2015, Ayabaca es una provincia que cuenta con altos niveles de desarrollo humano, que valora su identidad cultural, espiritual y religiosa. Cuenta con gobiernos locales democráticos y concertadores; con organizaciones sociales fortalecidas en su capacidad de liderazgo y con equidad de género. Es una comunidad provincial con indicadores de salud óptimos y con servicios básicos aceptables", vaticinan.

En su visión de futuro tambien está que Ayabaca tendrá una educación accesible y de calidad, basada en principios y valores, acorde con los nuevos avances tecnológicos, tendrá vías de comunicación mejoradas que la unan interdistrital, interprovincial y regional, con la República del Ecuador, país con el que limitan a lo largo de varios kilómetros y cerros, e integrada al corredor bioceánico.

Imagen: Wilson Morales
¿Dónde está?
Ayabaca es una de las 8 provincias que integran el Departamento de Piura. Limita al norte y al este con la República del Ecuador; al sur con las provincias de Morropón y Huancabamba; y, al oeste con las provincias de Piura y Sullana.
Situada al Norte del país, en el extremo Occidental de la Cordillera de los Andes, se caracteriza por ser reserva ecológica en la Región, tiene una superficie de 5.360,68 kilómetros cuadrados y su capital es el poblado de Ayabaca.

¿Quién la habita?
Tiene una población aproximada de 140.000 habitantes. 
Económicamente, su población se dedica a la producción pecuaria y agro ecológica, con la vista puesta en la industrialización y la puesta en marcha de cadenas productivas, con acceso al mercado interno y externo, que garanticen la sustentabilidad y sostenibilidad.